lunes, junio 08, 2009

Añoranza...

Nota del Autor: Perdón por no haber escrito nada en todo este año acerca de Colmillos de Guerra, pero la verdad he estado en muchos desmadres y la verdad, como el blog basicamente solo lo leo yo (y una que otra persona) no me exijo escribir mas rapido, sin embargo ya regresé para darle fin a esta historia... Asi que, espero comentarios pronto, o al menos que al terminar CdG puedan entender mas de mi mundo.

"Y asi será, pues has sido reencontrado contigo mismo... Te has vuelto completo. Una nueva epoca debe nacer, y contigo será asi..."

-¿Quien eres... porque... que es..?

"La nueva vida que te ha sdo entregada ya era una vieja esperanza en tu destino... Simplemente has llegado en el momento indicado para hacer lo que hasta ahora nadie se habia atrevido en muchos milenios... No todos los llamados "dioses" han muerto, y es tu deber cumplir lo que debio haberse cumplido antes de lo que tu conoces como la Gran Guerra..."

-¿Los Dioses... morir...? ¿La Gran Guerra...? ¿Quien... quien eres tú, que sabes esto?

"KIN"

I.

Habia tantos reflejos a través de todo el campo, parecía que los caminos por donde habia cruzado momentos antes solamente fueron parte de su imaginación... Aunque en esa situación, donde los espejos parecian clones directos de él, y que estaban acorralando todas sus rutas de salida, la imaginación era lo ultimo que podria ser capaz de crear semejante aberración a la mirada.

-¡¿Que clase de magia oscura es está?!- Gritaba Anatole mientras buscaba zafar su mente de aquella lugubre visión que su persona no podia evitar, pues aun cerrando los ojos podia sentir los cientos y cientos de reflejos que se cimbraban sobre de él.- ¿¡Es que acaso no he sufrido ya bastante con una traición, y ahora he de ser victima de alguna especie de pesadilla!?

Su ropa estaba aun humeda despues de haber salido del mar, pero al ser la Tierra de las Pesadillas un lugar donde el sol no lograba entrar con todos sus rayos aquellas ropas le eran incomodas para poder correr y no ser perseguido por los reflejos... "Ya, poderosos Dioses... ¡Ya! No deseo ser atormentado... ya no" Pensaba el joven Dragón mientras corria a lo ancho de la playa sin siquiera ver a donde se dirigia.

Todo en él, era una gran carcaza de desordenes mentales y fisicos... Simplemente en su mente no habia razón ni motivo, no era ni podia ser.

Cargando solamente la legendaria espada, y cubriendose los ojos, Anatole finalmente agotó las pocas energías que le quedaban, despues de haber corrido al menos un par de cientos de metros y haber peleado por su vida en el oceano rugiente. Estaba cerca de lo que parecia ser un antiguo templo de la Serpiente Emplumada, el cual en su epoca debio de ser glorioso al estar cubierto por oro, esmeraldas y tantas joyas como estrellas en el cielo... Anatole debio de haberse imaginado todo eso, al ver las paredes desnudas y sin embargo cubiertas por grandes orificios donde debieron de estar esas hermosas gemas. Hoy, asi mismo, aquel templo solo era la sombra de un pasado glorioso de una misma raza gloriosa como constructores y herreros, pues las distintas construcciones que aun alcanzaban a verse de pie habian sido devoradas por el paso de la jungla.

Aquello llamaba su atención como la luz atrae a los insectos... Que hasta olvido por completo que huia todavia de aquel maleficio de espejos. Escuchando sus propias voces repetidas cientos de veces, Anatole volteó y sin dudarlo utilizó instintivamente la espada que traia en su mano derecha, abanicandola y dejando salir una gran fuente de energía que destruyó no solo los cientos de reflejos, sino tambien todos los arboles que ese abanico tuvo a su paso.

* * * * *

-¿Que es lo que quieres decir, joven Strever...? ¡¡Explicate!!

-¿Que es lo que necesito explicar? ¡No hay nada que explicar! El maldito hijo de puta nos ha traicionado a todos... No solo a mi, sino al pueblo entero de Draken.

Los cientos de murmullos acampados en la plaza principal hicieron un eco tan chillante y molesto, como las mismas actitudes que venian cargando Strever y el anciano. "¿...ha traicionado a su hermano...?" Decian algunos murmullos "... imposible, su lealtad siempre fue para todos..." Decían otros quienes no podian creer lo que pasaba.

-¡Silencio!- Inquirio Strever sin siquiera voltear mientras su mirada se bajaba y un par de lagrimas corrian por sus ojos.- Aquel no solo intentó matarme... Tambien se llevo consigo al mundo de los espiritus la Okoroniya, pues al haber caido con ella al gran mar... Se han perdido ambos para siempre.

-¿Saben que significa eso, pueblo del Dragón?.- Continuó Strever mientras alzaba su mano y volteaba hacia donde su gente se encontraba-. Desde el día de hoy... El nombre de Anatole queda prohibido en esta aldea... Y donde quiera que haya dragones y sea escuchado ese nombre se le dara caza. Donde quiera que haya dragones, y ese rostro sea visto se le condena al propietario de aquel nombre y rostro ser asesinado y que su cuerpo sea traido a esta misma plaza...

"Aquel que no cumpla con esa ley... Será considerado traidor tambien, y se le atribuiran los mismos crimenes de los que es culpable Anatole..."

II.

-¡De haber sabido que iban a molestarse tanto, mejor no digo que su Reina es una maldita zorra que se acuesta con los demonios y espera que le den por...!

-¡Que te calles, maldito hereje!

De un solo golpe, aquel caballero de la Cruz Negra logró lanzar al joven Ryan através de la taberna, hasta el otro extremo de la misma, destruyendo a su paso un par de mesas y quedando a escasos centimetros de un sujeto que cargaba un enorme arco negro...

-Vaya...- Dijo Ryan mientras ponia su mano en su mentón-. Veo que golpeas bastante fuerte... Para ser un lame-botas.

-¿Todavia tienes el suficiente valor como para insultar de nuevo a nuestra Sagrada Reina? Tenemos que arreglar eso...- Dijo aquel caballero quien rapidamente fue desenvainando su gigantesco mandoble desde su espalda, para asestar el golpe final a aquel joven quien aun se encontraba en el piso.

"Ella no es MI reina..."

Antes de que el filo de aquella arma alcanzara siquiera uno de los cabellos del guerrero, un choque se hizo presente deslumbrando a todos... Solo para ver como el arco negro habia detenido facilmente al mandoble, y que de hecho, su usuario solamente lo estaba deteniendo con una simple mano y sin esfuerzo alguno.

-¿Quien, sino el mismo heredero a un trono, puede decidir cuando desea partir, y cuando objetar a su antojo lo que solo él desea? ¿Quien aqui puede osar alzar su mano en contra del hijo de un gran guerrero, y de una gran nación...? ¿Quien...?

-No te entrometas en lo que no te concierne forastero... -Comentaba aquel, mientras un par de sus compañeros tambien pertenecientes, no al clan, sino a los soldados que habian caido bajo el influjo del poder del clan Sarla, se acercaban amenazadoramente.- Porque por estas tierras nos tomamos muy en serio las ofensas y a quienes las cometen...

Aquel extraño, ni siquiera habia volteado aún para mirar a alguien, pues seguia observando detalladamente su cerveza aunque estuviera defendiendo al joven Ryan. Lentamente comenzo a voltear su rostro, pero no como lo harian las personas normales... No... Era como una mala caricatura de uno de los zombis que el clan Rickshaw solia levantar y de los cuales sus articulaciones no podian hacer completo uso, pues estaban tan tiesos que incluso un leve movimiento lograba que el cuello hiciera un sonido quebradizo... Igualmente este desconocido movia de esa manera su cuello, quebrandolo con cada movimiento que hacia a la dirección donde se encontraban, mientras que su larga cabellera negra le cubria sus ojos, aunque aun asi se alcanzaba a ver la tetrica sonrisa que emanaba de aquel rostro gutural...

-¿Cometer... cometer? Si... Siiiiii... Una ofensa a cambio de cometerla... Cometerla... comertela... Sabes... ¿Una flecha, sabias que tiene sabores? Oh si... Muchos sabores, tan diversos como los caminos que tiene la mente cuando ha sido atravesada por un caminante como yo... Pero no me mires asi... Oh no no no... No lo hagas.

Su forma de hablar era tan extraña... Con sonidos, repeticiones y tantos modismos extraños. Los compañeros del Cruzado Oscuro se hicieron para atras al ver aquel semblante acompañado de esa forma tan... ¡Tan oscura de hablar!

-Miedo... huelo miedo... Mmmm... que delicioso aroma, mejor que el de la sangre... Tal vez si, tal vez no, son olores identicos a mi parecer. Igual... de absorventes. ¿Y saben que...? Tengo deseos... de mucho miedo, acompañado de una cubierta crujiente de sangre...

III.

-Hay algo en el aire... que por alguna razón no me da una buena espina, viejo amigo.

-¿En el aire? Será la peste causada por los vivos y "normales" dentro de la ciudad, querido señor mio...

-No... Hay algo más. Es extaño, pero hasta creo... Creo que de hecho lo mas sensato ene ste momento, sería retirarnos viejo Vantroi.

* * * * *

"¡Preparen a todos los arqueros y a los Fusileros! Necesitaremos mantenerlos a raya antes de que puedan siquiera alcanzar la Gran Puerta!"

"Preparen a las Garras Rojas y a todos los Sables Dorados que peudan en el patio central. Necesitaremos refuerzos..."

-¿Es que acaso a donde huya seré cazada como una rata?.- Se preguntaba Deneb mientras observaba la legión que se acercaba.

-No vienen solo por ti, hechicera... Vienen por todos y cada uno de nosotros.- Concluyó Arlas, mientras preparaba su arco y alistaba a los demas arqueros desde el patio.- ¡PREPAREN SUS FLECHAS, HERMANOS! ¡HOY SERÁ UNA LARGA NOCHE!

-De entre todos los soldados a su servicio, la reina tenia que mandar al clan Rickshaw...- Convertirse en un muerto-viviente no podia ser peor a esas alturas.

lunes, marzo 10, 2008

Tajo

I.

-Entonces ustedes son los Dragones que tanto alboroto han causado a lo largo de todo Sonestia, verdad?

-Alboroto es una forma muy cruel de llamar nuestro paso a través de Borshin... Digamos... que hemos tenido pequeños contratiempos.

-Claro, claro... Contratiempos. Despues de todo ¿Que es una vida sin emoción, no es asi? Ustedes los Dragones simplemente no pueden alejarse de los problemas, es casi como si donde ustedes se encontraran fuera seguro que la mala suerte aparecera.

-Mala suerte... claro.

* * * * *

La mayoria de miradas recaian sobre aquel... Esos rasgos no podian pasar desapercibidos, y mucho menos a estas personas. Todos, con sentidos agudizados y con conocimientos mas profundos incluso que los de los pocos Zenobianos que andaban libres por el mundo, lo veian enigmatico.

Las luces de aceite en el techo que colgaban de aquellos cables dorados alumbraban bien a los dos nuevos Dragones llegados a la ciudad... Y el gran Sacerdote Lucassen continuaba con su pequeña platica.

-Asi es, mala suerte... Pero no se preocupen, pues Griez ha sido neutral por siglos y en esta guerra no cambiara nada.

-Eso... -Comentaba Säbel al tiempo que tomaba la conversación para si misma.- Eso puede ser un problema gran Antiguo... Le recuerdo que la Reina Sarla no se ha tentado el corazón con ninguna de las civilizaciones a las que les ha prometido su neutralidad, o alianza.

Ante la respuesta, el anciano y algunos de sus seguidores simplemente vieron al techo abovedado del templo mientras suspiraban.- Nosotros tampoco somos iguales a los demás, querida dama... La guerra tal cual no nos incumbe y en estas fechas no hay nada que nos haga cambiar de opinión acerca de eso.

-Si, lo sé, honorable...- Dijo la dama mientras se levantaba del suelo.- Y te agradesco desde el fondo de mi corazón que permitas que mis hermanos Retornantes y yo podamos pasar una noche sin tener que temer por nuestras vidas, y tengamos un lugar confortable para comer.

-No tienes porque agradecerme, querida niña.- Dijo el anciano al tiempo que tomaba una pipa dorada de la mesa y la encendia con tranquilidad-. Nos alegra que venga gente especial como tu... o como tu amigo Durkill, a nuestra pequeña villa...

"Eso indica el fin de la Ultima Epoca de Guerra..."

II.

-¿Esa es la maldita ciudad? ¡Pudieron haber mandado tan solo una unidad de mercenarios... y no hacernos perder el tiempo llamandonos a nosotros!

-¿Y crees que todo lo dejan al azar, querido amigo? No... Ella sabe porque lo hace. Todo tiene un porque... Una explicación...

-Me sigue pareciendo una tonteria... Enviar todo el ejercito de la Llaga Eterna solo para destruir una pequeña civilización, y capturar a una traidora... Igualmente la Reina la matara, no entiendo porque no mejor nos permite hacerlo en todo caso a nosotros...

-Ya te dije... Todo tiene una razón... Mejor ve preparando a todos los Necromantes, ya casi es hora de que hagamos nuestra tarea.

* * * * *

Caminando entre las calles empedradas de Griez, Deneb la hechicera Sarliana admiraba las construcciones de todas las casas y catedrales... Porque en Griez habia muchas catedrales, ademas de la del Sonido (y principal); Estaban tambien la Cairene-Mi`Talleon y la Cairene-Mi`Oxua, Catedrales de la Guerra y del Viento respectivamente. Hechas la primera con piedras volcanicas del color de la misma sangre y puestas como si fueran escamas, mientras la segunda parecia hecha conpequeños diamantes y entrelazados unos con otros por algun sello magico que las hacia "revolotear" en sus cimientos.

No hacía mucho que habia llegado a la ciudad, y aun asi no habia tenido el tiempo para dar recorridos a sus alrededores... Su propia paranoia, su propio temor y traición la hacian dudar incluso de la hospitalidad de los seres que inhabitaban aquella ciudad. Intentaba observar cada uno de los detalles de aquella hermosas construcciones informales y aun asi no podia dejar de voltear por encima de su hombro con cada uno de los movimientos que el viento tramaba en su delicado y hermoso cuerpo.

"Estoy mal, mal, mal... Mejor sería si continuo con mi camino, al fin que la guerra ya no es una de mis prioridades..."

-¡Todos a las torres! ¡Todos a las barreras! ¡Se acerca un ejercito!

III.

Viajar, viajar, viajar, viajar...

Darle vueltas al mundo en menos que sus lagrimas hubieran tocado el suelo.

Tenia tantas ganas de verla nuevamente... Trabajar para ella, andar por el piso en que ella caminaba, oler sus aromas y disfrutar sus fragancias asi como sus platicas...

¿Pero seguiria viva? Habian pasado muchos años... Demasiados... Y la guerra parecia realmente ser una cruenta. Ælex deseaba convivir de nuevo con aquella a la que consideraba su hermana, su pequeño amor, su dulce condicion.

Y aun asi sabia donde se encontrabva, no le era ningun problema pensar en esa persona... Pero no dejaba de recordar a la otra chica... Aquella hechicera que aunque le tuvo miedo, quedaron ambos clavados dentro del otro por alguna extraña, y segun él, estupida razón.

Algo dentro de él, algo muy antiguo le recordaba a la dama de la Luna, la dama de la Niebla... El espiritu de la Gran Madre...

-Que idiota soy.- Se dijo a si mismo, mientras llegaba a unas grandes planicies, cercanas a la desembocadura del rio Mareek al sur.- Tengo recuerdos de algo a lo que me dedico a exterminar ahora... ¿No será que me estan dando remordimientos?

El viaje a tarves de el largo continente de Borshin debia haber cansado a cualqueir otro viajero, y más queriendo viajar a su velocidad... Ælex era muy, muy diferente...

viernes, septiembre 28, 2007

Punzada...

Capitulo 8.

I.

"Tanta humanidad... tanta idiotez... Hay muchisima indiferencia. Es demasiado para que pueda soportarlo. Pero... Debo mantenerme firme, firme, firme.

Mi señor no me perdonaria ni siquiera mi Esencia misma si le fallo ahora... Puedo perder mi cordura, mi propio nombre y hasta la iedntidad que tuve... pero perder mi espiritú Dragón es demasiado, y él me lo puede quitar si asi lo desea.

Conseguirle información, información... Y muertes y cuerpos, y sangre y destrucción. Me prometió salir de mi miseria, y a cambio le dare lo que él me pide. Me prometió la sabiduria a la que renuncie, y en su lugar yo le entregare a su traidor... Quiero ser libre al igual que él.

* * * * *

El ambiente dentro de la taberna era bastante común para cualquier persona que se dignara ser un buen bebedor... Las sillas volaban por todas partes, mientras un par de ebrios se golpeaban cerca de la puerta de entrada, y asi mismo en una de las mesas habia una pareja perteneciente a la Serpiente Emplumada besandose y tomando sus cuerpos como si se encontraran en un tugurio de peor reputación. Ryan no les daba ninguna importancia a nadie asi como nadie le ponia atención a él, y tan solo se dirigia a la barra para hablar con el cantinero y empezar a degustar de su bebida amargamente dulce... Aunque en la mente del joven, todo eso tenia una intención y era conseguir información acerca de los movimientos que el Sagrado Reino habia tomado en esas ultimas semanas.

-Sirveme un tarro de tu mejor cerveza, sea esta de malta o de las finas ramas del árbol de Griez...

-Vaya, un conocedor... ¿Y supongo que no preferirias mejor un poco de vino dorado de Sian´ka, o si? Digo, me parece que alguien que realmente supiera de bebidas admiraria una proposicion como esa...

Y la tentación apenas daba comienzo... El alcohol y los Dragones siempre habian estado juntos uno al lado del otro, desde que habian cimentado sus primeros reinos, alla en los antiguos paramos del continente de Tantra... Y aun desde entonces no sabian manejarlo cuando se trataba de beber lo mejor de lo mejor...

II.

-¿Entonces la huesped del Anciano es...?

-Si, y no necesitamos que lo digas... No sabemos quien pueda estar escuchando el viento y las palabras que este se lleva.

-Bueno... ¿y que se sabe del Sagrado Reino? La ultima vez solamente enviaron a un mensajero pidiendo nuestra ayuda o nuestra rendición...

-Con todas las cosas que pasan actualmente no me sorprenderia que vinieran a pedir una "alianza" a base de armas y muerte... Recuerda lo que pasó hace un par de meses alla en Sian´Ka; La ciudad sigue siendo vigilada por el Sagrado Reino, pero las tensiones estan a punta de lanza desde que atacaron el palacio del Cacique y alguien mató al Comandante del Reino.

-Tienes razón... Mucha razón. Pero tambien debes de recordar que la Reina hizo el testimonio por parte de sus guerreros, diciendo que fue la Serpiente Emplumada y todos los mercenarios de la ciudad los que iniciaron el ataque... Y toda esa gente debe de dar gracias que no hayan tomado represalias, pues la armada que tomó la ciudad ni siquiera decidió atacar... solamente recuperar fuerzas y "conseguir más reclutas"

-Mas reclutas... Que tristeza que no todos los clanes puedan soportar aquel control mental... A veces pienso que la evolución de cada clan es más un capricho de las deidades que un paso hacia una perfección común.

* * * * *

Deneb Margueriff se encontraba bastante preocupada... Aunque oficialmente ya no pertenecia al Sagrado Reino todavia mantenia contactos con algunos de sus antiguos soldados, y las noticias que le enviaban por medio de las aves mensajeras no eran nada alentadores...

"Los carroñeros van tras la presa que escapó... sin embargo tambien van a cazar a un antiguo aliado. Hay que andar con cuidado que la arena se vuelve una trampa mortal..."

No necesitaba volver a leerlo ni pensar en los significados de cada una de las palabras... Debia escapar lo antes posible de Griez, pues de quedarse ahi moriria o se enfrentaria a una batalla que simplemente sabia que no podria ganar. Pero... Estaba naciendo en su interior un sentimiento poco aclamado en su gente: vergüenza, pues por su culpa toda una ciudad y su gente estaba deparada a perecer... ¿Que tanto habría necesitado un Sarliano para sentir esa clase de vergüenza?

-¿Pero que debo hacer? No puedo pensar en algo que no sea huir... Aunque me siento culpable por el destino que le aguarda a esta ciudad, cuando yo soy la unica responsable. El huir me ayudara a pensar, pues no me cabe duda que yo no puedo pelear frente a un ejercito conformado por gente de mi propio clan... ¡Todas mis habilidades quedarian eliminadas..!

Sus pensamientos la habian llevado por un pozo profundo desde el cual no podia escuchar el ruido que se armaba afuera del edificio prismado en donde se encontraba. "¡Han llegado guerreros del Dragón, han llegado guerreros del Dragón!" Gritaban los guardias; "Los rebeldes han regresado!" vitoreaban los niños... Pero Deneb no escuchaba nada... Su conciencia no se lo permitia.

* * * * *

-Ha sido una fortuna poder encontrarlos antes de llegar a la Siempre Sagrada ciudad de Griez... No creo que nos hubieran recibido de la misma forma, sino es acompañandolos a ustedes...

-La fortuna nada tiene que ver. Simplemente uno de los oraculos dijo algo acerca de un poder divino retornando y que tenia en mira venir a esta ciudad... ¡No podiamos permitir que un poder de esa magnitud cayera en garras del Imperio!

-Si, bueno... Ultimamente hemos visto cosas que dejarian lo divino en la categoria de los infernal... Pero por todos los santos del templo de Arkadius, realmente es un gusto poder descansar por primera vez en una ciudad sin sentirnos perseguidos...

-Y no serás el primero en decir eso, mi aventurado Durkill. El Gran Anciano tiene un huesped muy especial que seguramente será del agrado de todos ustedes, queridos Dragones...

* * * * *

Tanto Alexandra como Durkill jamás habian visto las construcciones de Griez... Eran hermosas, y no podian dejar de contemplar los colores plateados y dorados que revestian las torres. Sus agujas en las puntas eran casi como hilos de seda dorada, mientras als cruces desgarradas en las ventanas daban la impresion de la furia que hubiera contenido el arquitecto encargado de levantarlas hace siglos atras.

Alexandra habia escuchado de la unión del clan de la Cruz Dorada con Los Lobos Blancos desde el Conflicto Dorado, epro nunca los habia visto antes y menos la magnifica ciudad que representaba Griez... Su gente, la Garra de la Cruz no eran personas muy apegadas a las afueras del mundo, y menos a interactuar con personas de fuera; De hecho, la ultima vez que socializaron con alguien fue durante el ultimo torneo de Artes y Guerra sucedido hace casi 300 años atras, y no fue algo que a muchos les haya gustado pues solamente se sabe que de los representantes de cada clan solamente regresó el equipo de los Dragones y el de la Cruz Negra... Rumores corrieron de que al aprecer hubo una matanza o que incluso sacrificios a los dioses paganos de los sacerdotes de la Garra... Sin embargo, al verlos frente a frente Alexandra no podia pensar que esa gente pudiera haber cometido cosas tan bizarras.

-Tu gente es demasiado tranquila, joven cazadora... A sabiendas de que el Sagrado Reino caza a nuestra gente, y ha dictado como traidores a quienes nos ayudan, y aun asi ustedes nos han recibido con una sonrisa a mi y a mis compañeros.

-Lady Säbel... Mi gente siempre ha brindado ayuda a quienes la necesitan, y por los juramentos hechos por nuestro padre, no podemos permitir la propagación de la opresión... Sin embargo tampoco podemos comenzar una guerra perdida, menos si no tenemos asuntos pendientes con los clanes entrometidos...

-Pues no entiendo... La Cruz Dorada y los Lobos han sufrido en esta guerra, los primeros como esclavos del Reino y los segundos con constantes ataques a sus ciudades.- Interrumpió Alexandra mientras agarraba el paso de Säbel y de Arla quienes se habian adelantado-. ¿Eso no es un asunto lo suficientemente pendiente? ¿Apoyar a los clanes que le dierno inicio a su linea de sangre?

-Hay mas cosas dentro de los apctos de cada clan de lo que intentas entender, cazadora de almas... Asi como tu Orden es solamente castigar a los traidores y ladrones de Esencias, nosotros tambien tenemos reglas y preceptos que debemos seguir...

Terminando de decir eso, dejo al grupo de Dragones frente a la Catedral del Sonido. "El Sacerdote querrá hablar con la lider de los retornantes, y con ustedes viajeros... Es mejor que vayan y no lo hagan esperar"

* * * * *

Habia pasado mucho tiempo desde que Strever habia salido del desierto y sus pasos lo habian encaminado en direccion de la ciudad de Luz de Luna, sin embargo primero debia atravesar el paso de la montaña custodiado por un pequeño regimiento de mercenarios contratados por el espurio Reino.

Podia pelear, podia pasar desapercibido... Lo que importaba era llegar al puerto lo mas pronto posible... Cada vez lo consumia una mayor ansia por encontrarse frente a frente con ciertos guerreros que sabia se encontraban despachados en esa ciudad.

"El encontrarme con ambos guerreros solamente puntualizara mi desorden actual... solo ello permitira que mi interior apacigue esta sed."

¿Que tanto le sucedia al Dragón que reencarnaba al primer padre de la linea de clanes elementales?

domingo, mayo 20, 2007

Dolor...

Capitulo 7


I.

La villa no era ni siquiera una sombra de un pasado desvencijado… Ni siquiera compartía los recuerdos que Ælex tenia de su juventud… La villa no era nada.

Vio el final de una gloriosa raza, una escena de rencor y esperanza atribuida al singular paso del tiempo y de las guerras. Casas derrumbadas, forjas hechas añicos y muerte eran las únicos vestigios de un sitio en el que años atrás fueron entrenados lideres y pensadores de elite.

“Tanto tiempo… y me han quitado acaso mi unica diversión… Es cierto que aquel aun continua vivo, pero yo deseaba compartir este dulce sabor a pena con toda esta gente; Ellos quisieron que mi pena fuera asi de grande, y no la quisieron aliviar más que cargandola con mas dureza... Tres cientos de años y ¿Acaso no puedo esperar otro día mas? El dolor no aumentara, ni se aliviara realmente, pero al menos será mucho mas delicioso deliberadamente… Mucho más delicioso.

* * * * *

Levantó los escombros que cubrian la entrada a lo que alguna vez fue una ermita esplendorosa, hogar de un hombre al que Ælex solia respetar, y hasta por el que sentia amor, pero ahora aquel sitio no albergaba nada, al igual que el corazón del guerrero… Nada.

Nada.

Muchas veces pensó que regresaria, sería recibidos por guerreros y hechiceros y pelearia a muerte en contra de su familia, de sus antiguos amigos e incluso de aquel hombre; Era un recuerdo que lo habia mantenido firme para vivir… Toda venganza era inútil para él, no tenia sentido si no era capaz de primero ver los rostros de aquellos que lo habian dejado a un lado. Y sin embargo se lo habian arrebatado cuando finalmente tuvo la oportunidad…

No importaba… De cierta manera sentia una gran atracción por el olor de muerte que reinaba en aquel sitio, y se sentia realizado al saber que no habia sobrevivientes de lo que hubiera sucedido ahí… Si, una batalla y una realmente encarnizada habia atravesado la pequeña villa, pero a Ælex no le importaba tanto como saber quien la habia perpetrado. Aunque… habia muchas cosas que podian revelarle lo que sucedió:

Habia demasiadas marcas de fuego dirigido en sentido vertical, como si hubiera sido lanzado directamente y no como una simple llamarada llevada por el viento… Las marcas de las armas claramente pertenecian a cuchillas y espadas muy estilizadas, demasiado ligeras pero igualmente filosas. Finalmente las casas mostraban rastros de una destrucción estrategica… Los ataques mas fuertes fueron hechos en las cabañas grandes (conocidas como barracas) y en todas las armerias y casas de conocimiento. Los atacantes sabian claramente donde se encontraban esos puestos y les habian descargado una furia divina… Si los Dragones repelieron el ataque, fue demasiado tarde, jamás supieron quien los atacó. Las marcas en el piso y en las paredes mostraban defensas transitorias y poco continuas; En algunas partes incluso parecia que quienes estuvieron ahí parados nisiquiera alzaron sus armas, ni hicieron algo para evitar sus propias muertes…

-¿Buscando redención a sus propios pecados? No… Los Dragones son orgullosos, y bajo ninguna razón se permitirian matar sin dar una pelea. Pero no hay marcas que pertenezcan a estos aldeanos, algo que me diga si al menos alzaron sus puños para golpear a quienes mataban a sus seres queridos…

Salió de la ermita, dirigiendose al centro de la villa… Un gran cuadro de piedra negra cubría el piso de aquella plaza, y era el lugar donde se encontraba un espectáculo nunca antes visto… O al menos no por ojos mortales. Ælex sin embargo sabia de otra situación similar que habia sucedido hace mucho tiempo; Más de un millon de años, para ser precisos en la llamada Ciudad Amatista… Burla de la Cruz Dorada, hacia los Dragones leales al mundo antiguo.

Drakenhell se habia visto convertida en una masacre, claro que una bastante… incipiente, según los pensamientos de Ælex. Frente a él se encontraban decenas de piedras rojas-cuasi-moradas y algunas cuantas armas palidas… Los restos de los habitantes de aquel sitio. Sin embargo aquello era extraño, pues no solamente no parecia que hubieran querido robarse las piedras de Crysma ni una sola de las espadas o hachas “especiales” que ahí quedaron…

“Ciertamente esto es extraño… Es obvio que los que atacaron sabian que esta gente al morir, sufre esta transformación, y aun asi no hicieron nada por llevarse las armas…Al contrario, las vinieron a dejar aquí.”

Aquello era el cementerio de una raza orgullosa.

Ælex observó el sol del medio día que se posó encima de aquella visión tragica… Y continuó su viaje al Este…

II.

“¿Por qué debo de ser yo quien viaje de regreso a Sarkeen? ¡Demonios, Durkill! Juro que te hare pagar… No puedo permitir que me traten de esta forma. ¡Soy un principe, no un simple mandadero…!

Y… Es por eso mismo debo hacer esto yo…”

El joven Dragón sabia que aunque no lo deseara, Durkill tenia mucha razón acerca de él… Su propia persona le era desconocida a si mismo, y sin embargo un “Emisario” pudo decirle más en tan solo un par de días. Eso era lo que más aceleraba su molestia… en especial, que aquel Emisario ni siquiera fuera un verdadero Dragón, o al menos no uno de razas orgullosas.

Habia algo en Durkill que simplemente no cuadraba en el mundo normal, no en el magico y menos en el natural. No sabia con precisa exactitud de que se trataba… Pero… Sabia que no podia ser exactamente bueno. Y es que un Dragón nacia de padres del mismo clan, o simplemente de uniones entre un Dragón y cualquiera de los clanes sobrevivientes de Borshin… Una ecuación simple, en terminos comunes, pues los hijos de uniones entre una Casta Elemental y cualquier clan daba como resultado un Dragón... No importaba que tan solo la madre o el padre fueran Dragones, su sangre es más poderosa para que el niño naciera parte del clan "divino" como algunos llamaban a los Dragones...

Pero Durkilll... Durkill...

Habia algo muy raro. Simple y sencillamente no era algo mundano. Era aterrador, y no tranquilizaba en nada al joven principe.

* * * * *

La ciudad de Xerxes era una parada obligada para cualquier viajero deseoso de llegar a las tierras meridionales... Era el unico camino viable entre la ciudad de Parsiphonte y Sarkeen... Una extensa y kilometrica llanura desolada donde nada crecia, ni podia vivir por mucho tiempo... Excepto los bandidos de ocasión, y las guardias neutrales de las tres ciudades-eje.

Situada a la mitad del continente, era un sitio concurrido por viajeros de todas partes... Y siendo una de las pocas ciudades libres, y que no sería atacada por el Sagrado Reino bajo el pacto quelos ataba, las mercancias y las historias corrian como fuego propagado en un maizal seco. Ryan conocia muy bien eso, y necesitaria información si queria pasar por esa ciudad sin problema alguno...

Siendo Dragón, al Reino le importaba poco el pacto de paz con las ciudades que estuvieran resguardados bajo ellos... Matar a todos los Dragones era mas importante que un simple papel sin proyección para su sagrada guerra.

El sigilo y la transparencia serían sus mejores armas para llegar y salir de ahi... Aunque...

Una taberna no era el mejor sitio para los Dragones, y al mismo tiempo era la amante perfecta. ¿Que daño podria hacer beber una dos... diez cervezas antes de continuar su viaje?

domingo, febrero 18, 2007

Moment of Clarity...

I.

La muerte es lenta, y dolorosa... Fría e inclemente. Nunca ha sido aliada nisiquiera del clan Rickshaw... Su Espiritu Físico era la Dama de la Cuchilla Piadosa.

Tras millones de años de constantes guerras, de batallas sangrientas, de civilizaciones que se levanta y se caen, solo ella ha visto la tenacidad y valentia de los hombres, la entereza y la pasión de las mujeres y la ambición y audacia de los villanos.

Tanto tiempo de ver todo esto, y sabe de la aparición de "alguien" que hara temblar al mundo desde sus cimientos... Ella misma lo ha cobijado varias veces, le ha dado un abrazo maternal y sabe de lo que es capaz. Vió el momento de su Iluminación, y el momento en que tomó la decisión de su destino... Ella ahora temia por las vidas de la gente que se cruzará en su camino, pues donde la Dama veia oportunidad y perdón, aquel solo era objetivo con su venganza y su desinteres por la vida ajena...

Él es el Asesino de los Dioses... Él es la Venganza.

II.

Vos, joven Strever, eres la cuspide de tu clan... Valiente, fuerte y audaz... Sin embargo tambien eres los más grandes errores del mismo... Necio, tonto, y altanero.

¿Porque deseas alargar esta guerra, al igual que esos estúpidos rebeldes? Tan solo debias jurarme lealtad y tus ancianos estarian vivos, tan solo debias seguir mis ordenes y tus niños seguirian vivos... Solo debias amarme, y no tendrias porque morir...

Tanto tiempo en esta oscuridad... Y tengo que obligarte a que me ames... Como lo hacias en la villa...

* * * * *

"Otra vez en la pista de Strever... Las ordenes de la Sagarda Reina son obligatorias, pero empìezo a pensar que no vale la pena arriesgar nuestra utopia y todo por lo que hemos peleado solo por... por un simple bellaco.

Hemos tomado las ciudades de la Cruz Dorada, de la Serpiente Emplumada y hasta hemos arrasado varias veces con la armada de la Cruz Negra... ¡Solo debemos tomar Griez y Sarkeen!
En el momento que ambas ciudades caigan y la Garra de la Cruz y los Lobos pidan perdon por retar al Sagrado Imperio... Solo en ese momento la utopía podra ser alcanzada...

No necesitamos atrapar a un simple Dragón que no puede siquiera defender su villa... ¿Porque bsucarlo con más ahinco que con el que peleamos una batalla? La Reina no sabe lo que hace... Simplemente no lo sabe."

III.

Los jovenes Dragones debian dirigirse ahora a Griez... Ahi era el nuevo refugio del grosor de los rebeldes. Sin embargo, aun estaba la duda por aquel guerrero misterioso.

-Sigo pensando que seguirlo no es buena idea...-

-No es necesario que continues con nosotros... El hijo de un rey no necesita verse envuelto en las peleas de los guerreros de verdad.

Aquello fue un insulto... Pero tanto Alexandra como Demetry sabian que era cierto, en especial el ultimo que profirio esas palabras.- Mejor regresa a Sarkeen y lidera a tus Lobos y Dragones... Nosotros tenemos una verdadera pelea y una misión ¿Tú? Solo necesitas esperar a que tu padre te entregue su reino y puedas venderte como lo han hehco muchos otros lideres en esta guerra...

-¡Tus insinuaciones son solo patrañas! ¡He peleado junto a mi gente por varios años y no dejare que mi titulo bajo la nobleza sea usado como un pretexto para decidir si soy apto para el combate o no! ¡Menos aún si viene de un impuro...!

Y antes de terminar aquella frase, su rostro fue recibido por el puño de Durkill... Sus ojos estaban inyectados de furia y de dolor, sin embargo el resto de su cara estaba tan tranquila que aprecia solamente estar ensimismado en un recuerdo muy antiguo.

-Si tu nobleza no es pretexto... Mi sangre tampoco lo és. Vuelve a hablar y el proximo ataque no será simplemente con mi puño; Sabrás de primera mano lo que significa morir bajo un Alma Mágica.

-Escuchen... los animos estan muy arriba...- Comentaba Alexandra mientars separaba a ambos guerreros.- Recomiendo que cada uno tome su tiempo y se aleje uno del otro. Ryan ¿Quieres hacer algo por los rebeldes y por tu gente? Regresa a Sarkeen y haz que tu gente se prepare para un ataque a Slimar...

-¿Un... un ataque a Slimar? ¡Ni siquiera podemos defender nuestras tierras! ¿¡Como esperas que podamos vencer alclan Sarla en sus propios terrenos!?

-¡Tan solo hazlo! Durkill... tu y yo debemos de alcanzar Griez y hablar con los rebeldes. Cualquier cosa, nosotros enviaremos un comunicado contigo o con tu padre... Hasta entonces, es una despedida.

Antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, la chica solamente posó sus manos en los respectivos pechos, a la altura del corazón; Una gran luz iluminó sus manos, y los guerreros sintieron una gran punzada dentro de sus personas...

-¿Alguna duda...? Exacto, eso mismo pensé...

* * * * *

La taberna...

El olor de la cerveza...

¿Acaso estas trivialidades les alimentan el espiritu?

Tengo tantas ganas... Demasiadas ganas de atravesarlos con mis flechas.

Ellos no merecen vivir, como nadie que no haya sufrido siquiera una pisca de lo que yo he vivido...

Yo soy el mesias de la muerte... Yo soy el angel de la oscuridad... Yo soy su azote.

Soy... la Flecha de la Muerte.

viernes, agosto 25, 2006

El origen de la mentira...

I.

-Strever Maelstrom... Hemos venido por tu carne para entregarla a la Sagrada Reina, para que hagas entrega de todos tus conocimientos ... que entregues tu lealtad a nuestra causa. A sabiendas que estas exhausto, cansado, derrotado ante tu acabose pelea contra Josephine Seral te damos una oportunidad para rendirte y venir con nosotros...

-O puedes pelear, si... y darnos el lujo de matar a un Dragón con nuestras propias manos. De hecho, creo que podemos golpearlo casi al punto de matarlo; La Reina nos pidió solamente que te llevaramos a su Corte, nunca ha especificado bajo que condiciones.

Ambos "Paladines" más por titulo y vestimenta que por codigo, habian bajado de una de las dunas más alejadas del desierto... Poseían un mandoble, cada uno de ellos, tan grande como sus propios cuerpos y tan filoso que bien podría cortar incluso un cabello tan solo éste se acercara a aquella arma. Sus doradas armaduras brillaban igual o mas que el sol mismo, reflejando por encima de sus cuerpos una pureza exhimia tan radiante que pareceria absurdo pensar de ellos como Mata-Dragones... Caballeros de la Cruz Dorada entregados a venganzas epicas y utópicas en contra del clan, y severos seguidores de las antiguas leyes de los pimeros pobladores de su raza... y ahora tan solo vividores de lo que ellos llaman "La Orden de la Cruz de Oro"; gente que odia a los Dragones por "haber destruido el honor de la Cruz Dorada durante su epoca de grandeza, durante la Guerra de los Vados..." aquella batalla que daría inicio a la Primera, y tal vez unica, Epoca Unida...

-Deberias de entregarte, Strever, aqui mi compañero Razzael no es muy amable... De hecho se esta comportando de una forma bastante extraña contigo, y deberias de estar agradecido conque no te matemos... Tu simple existencia nos llena de asco, pero por amor a nuestra reina te debemos entregar con vida (que asi es como debemos hacerlo o nosotros mismos seriamos asesinados a manos de la Reina...)

¿Amor a su reina? ¿Amor...? ¿Como se atrevian ellos a usar un sentimiento tan bello y puro para atormentarlo a él en ese momento? Un poco herido y hastiado de la vida, le venian a descargar tormentos basados en el amor... Strever sabia de primera mano lo que era ello, ¿Pero acaso esos dos gigantes de oro lo sabian? ¿Habian perdido en algun momento a un ser querido? Posiblemente no, porque ellos no podian amar a alguien que no fueran ellos mismos o a la gente que compartiera su odio por los Dragones...

Sara...

II.

Tanta muerte y destrucción en un abrir y cerrar de ojos... Era como ser participes de uno de los tantos cuentos que hay acerca de las heroicas y epicas batallas de la "Gran Guerra..." Pero hehco realidad a través de ese sujeto.

Y su mirada... Era la mirada que tendria la muerte antes de tomar el alma de algun incauto merecedor del descanso eterno, despues de sufrir una larga vida de alegrias y riquezas.

Fría, inclemente, horrida. Fría.

Sesenta seres "vivos" murieron en menos de un segundo destazados, atravesados, acribillados. Nadie podia ser capáz de semejante audacia, pues incluso al Dragón más poderoso o al Sarliano más rapido le hubiera tomado al menos unos minutos acabar con tanta gente, y habiendo sufrido algunos ataques ed antemano. Pero fue tan real. Fue cierto, pues la sangre manchó a esos tres guerreros...

-¿Porque nos has ayudado? ¿Acaso eres un mercenario o un ángel enviado para salvarnos?

-¿Es que acaso eres la llave a la victoria de nuestra raza? -Preguntaba secundando Alexia a Ryan mientras veían como aquel sujeto simplemente se acercaba a ellos lentamente, inmutable.

Pero el "asesino" no dijo nada, ni se detuvo donde ellos... Pasó de largo y simplemente saltó más alla de la vista de los jovenes. Y desapareció...

* * * * *

-Es extraño pensar en lo que acabamos de presenciar...

-Realmente extraño.

-¿Y como saber que fue cierto? Porque estamos vivos... ¿Saben lo que eso significa? ¿Realmente sabemos que puede significar un hecho como este?

-Que la guerra terminara pronto.

Asi era... Con alguien asi del lado de los rebeldes la guerra no duraría menos que una semana. Con semejante poder hasta los mismos Dioses temerian por cometer siquiera una falta absurda en contra del más vil de los sujetos en la creación. Durkill entendía eso muy bien...

-Saben... puedo seguir el olor de aquel. Posiblemente logremos algo...

-Si, ¿que nos máte, verdad? -Comentó Ryan mientras hurgaba en algunos papeles que se encontraban en una mesa.- Personalmente pienso que si alguien ha de matarme, prefiero que sea un demonio antes que otro asesino enviado a cazar a cuantos rebledes encuentre en su camino...

-¡Pero es que no sabemos si sea o no un asesino imperial! Puede que sea incluso una de las legendarias "Manos Blancas" o hasta un "Asesino de Dioses" y ya con ello podremos salvar a la gente de estas tierras...

-Alexia... Alexia... ¿En verdad crees que puedan existir seres con ese poder? En lugar de preocuparte por mitos y leyendas del pasado, deberias de poner más atención... Estamos a un paso de encontrar la base de nuestros camaradas.- Y diciendo esto, Durkill apretó un libro en una estanteria al fondo de aquella bodega. Lentamente una larga brecha en el piso se abrió y un pasadizo bastante profundo hizo aparición no muy lejos de donde se encontraba el joven Dragón de ojos rojos. Adentro encontrarian las respuestas que buscaban... posiblemente.

* * * * *

"¿Porque no me atacaron esos niños? Soy el traidor más grande al clan al haber robado la Okoroniya, al haber retado y perdido ante el Sucesor al clan... Soy la basura que nuestras leyes dictan. Pero sin embargo ellos no parecen reconocerme como tal...

Y sin importar que los haya salvado, ellos saben que deberian de atacarme como parte de las ordenes que Strever les dejó como líder del clan... No importa nada en el mundo exterior, nuestras leyes son sagradas.

No hay guerra que valga, ni hay muertes a sufrir que merescan desobedecer esas leyes..."

Alrededor del guerrero solamente el sol del atardecer lo acompañaba, mientras caminaba lentamente hacía un sendero equivoco donde no habia nada... O al menos eso decían los viajeros experimentados, puesto que más alla de las tierras del suroeste no habia más que desolación; Sin embargo continuaba con su travesía, decidido de encontrar algo en esas profundas tierras sin dueño.

"Drakenhell... ciudad de la Ruina y la Decadencia..."

III.

"...Y quien dijera una palabra en falso sería asesinado... y quien comentara en voz alta, encarcelado. Las leyes eran, son y serán ruines, pero valen como mil lingotes de oro y no se asemejan a nada que alguna otra cultura haya podido mantener por milenios..."

-Que extraño... no se a que me ha venido ese recuerdo en este instante...

-Están pasando muchas cosas hoy en día, Balam-Utei... Incluso el Velo se desgarra a una velocidad increible, y solo puede significar una cosa...

-No necesito que lo repitas, querida Arlas... No necesito saberlo.

* * * * *

-Por favor, oh gran sabio... Necesito que me des alojo en durante algún tiempo, pues mi vida corre peligro y no deseo verme en la necesidad de pelear solo para retrasar mi propia tumba. Tampoco espero que la hospitalidad sea gratis, y aunque lo fuera estoy determinada a pagar con cualquier moneda su trato hacia mi...

¿?

-Si... es cierto que provengo de aquel clan que anda causando tanta desolación en el mundo... y que mi huida solo significa traición... Pero necesito esconderme y encontrar a un cierto guerrero que, me parece, puede significar el final de ésta guerra.

El final de la guerra. El anciano, y todos en el gran salón habian oido eso desde hacía varios años, no solo abarcando esa iliada que se llevaba gestando desde 5 años atras; Muchos de esos personajes llevaban viviendo largas centurias, y vivieron en carne propia las guerras de Gaia y el Conflicto Dorado (la llamada guerra de secesión entre dos facciones de la Cruz Dorada); La Garra de la Cruz no eran unos tontos... Sabian muy bien a que se atendrian si daban ayuda a una traidora del clan Sarla.

-¿Que clase de guerrero es exactamente del que hablas? En esta vida hemos visto pasar a muchos que han dicho poder terminar con todas las guerras, y algunos han perecido bajo sus propias ideas como Diana Rickshaw, y otros en traición de sus "aliados" como Riot Mcloud... Uno más como ellos no hará la diferencia en esta vida, más que con otro derramamiento de sangre.

-Lo sé... lo sé... pero este guerrero es diferente.- Dijo la chica mientras recordaba esos ojos negros llenos de emociones absortas en una negación abstracta, y esa espada negra, misma que reflejaba todo lo que el guerrero trataba de ocultar...- Habia algo en él que me hizo pensar en algo más alla de la divinidad... Siendo yo, una humilde hechicera -una hechicera de las ilusiones- sé cuando hay algo más alla de la verdad, y ese joven guardaba un algo muy en su interior...

"...Algo que posiblemente haga temblar a todo el mundo desde sus mismos cimientos..."

* * * * *

Las tres murallas de la ciudad eran tan grandes como diez personas. Y las tres torres que las unian estaban retorcidamente hechas de una belleza caustica. Las puertas de bronce y estaño más que adorno proveian una defensa pocas veces vista en el Este de Borshin; Tanto Arla como Balam-Utei no podian dejar de asombrarse ante la magnificencia de su ciudad natal, Griez la Grande... Hogar para la Garra de la Cruz, la linea de sangre más poderosa de todas las uniones non-sacras; Residencia, en sus mejores momentos, del torneo de Artes y Guerra y de uno de los Templos de la Luz más importantes del mundo: La Cairene-Mi`Shao, La Catedral del Sonido.

Ambos "Lobos" regresaban de los pantanos al sur de la ciudad, cazando toros fantasmas y aguilas gigantes más por el valor de sus carnes y cuernos, que por el sentido de ser de los pocos audaces en atreverse a hacerlo. Los guardias en las murallas lanzaron un silbido, y las puertas se abrieron ante los cazadores, quienes entraron de la misma forma en que cualquiera entra o sale de su casa. Atravesaron las herrerias y bastiones que se encontraban cerca de la torre principal Torga-Mi`Feure, Torre del Fuego. Vieron a sus compañeros afilar sus garras y y mandobles, no por la guerra pero por las tradiciones que ellos cargaban desde el Conflicto de la Guerra de Gaia. Llegaron no más alla del templo y fueron recibidos por tres monjes y el Sumo Sacerdote...

-Oh, sacerdote Lucassen... te hemos traido la carne de tres aguilas y los cuernos de seis toros... Serviran para hacer un banquete y para que tus conjuros e infusiones sean más fructiferas cada vez.

-Te lo agradesco, amable "Jaguar de Tierra" pero... ¿Es necesario que ambos se arriesguen de esa forma?- Comentó el anciano mientras sus acolitos llevaban al interior del recinto la caceria lograda-. Es cierto que son de las Garras más poderosas, pero las vidas que ustedes tienen le son demasiado importantes a todos nosotros, asi como a ustedes les importan las nuestras...

-Y por eso lo hacemos con mucho gusto, Sumo Sacerdote.- Replico la joven Arla mientras veia con un extraño amor la cupula dorada del templo-. Nosotros pensamos que cualquier esfuerzo que hagamos será bastante valioso, y no tenemos problemas con la muerte pues sabemos que si eso sucede será todo parte del destino al que tenemos que atenernos como parte de la Rueda de la Vida del clan...

"No hay Destino que valga... Cada uno de nosotros merecemos vivir como parte de nuestras decisiones, no por acto de algo ya predestinado..."

IV.

Aquella visión era terrible... Era proviniente de una pesadilla basada en los sueños mismos de los demonios de leyenda. Su propia sangre corriendo a traves de las afiladas garras que provenian de sus manos mortales; Su postura endiabladamente curvada, menospreciando su propia humanidad y sucumbiendo a razonamientos animales... Y su rostro, el vehiculo para la furia, la ira que emanaba de esos ojos inyectados de sangre y oblicuos a la demencia total.

-¿Que es esto? ¿¡Que demonios es esto!?- Gritaba enloquecido Razzael mientras su mente intentaba recrear lo que habia sucedido... Trataba de juntar la razón para sobreponerla a la fantasía. Pero era dificil...- ¡Dioses! ¡Arsgo, levantate amigo, levantate y pelea a mi lado una vez más!

El desastre total apenas comienza... Y tu estas en el camino de la "Matanza Infernal", querido mio... Es una lastima que no hayas nacido en una noche invernal, posiblemente el trueno y relampago te hubieran recibido bien, sin embargo caeras ante el fuego que propagare y hara ver este calor como un frío simple... Tu amigo solamente será el recuerdo pusilánime de tu clan, una masa negra que desaparecera junto con este mundo de mierda.

-¡Maldito demonio disfrazado! Tú no eres un ser mortal... Tú... Tú eres Aquel... ¡¡Eres Aquel!!

Ojala hayas disfrutado esas palabras... serán las ultimas antes de que devore tu alma, y de paso esa carcasa que tiene por cuerpo...

* * * * *

¡!

Sucedió de nuevo... El Velo se ha rasgado de una manera bastante violenta.

Maesltrom. Juró que te encontrare... ¡Juro por la sangre de todos y cada uno de los descendientes de Lunten que el yugo que has impuesto a los clanes terminara contigo!

Y si es necesario... con todos los Dragones.

miércoles, mayo 31, 2006

El pasado y el presente

I.

-Josephine Seral... No podía esperar menos de la Reina Sara, pues enviarme a una de sus mejores rastreadoras ha sido un movimiento bastante acertado ¿O acaso me equivoco?

-No tienes derecho a decir en alto el nombre de nuestra Reina...- Comentaba la joven guerrera mientras salia de la tormenta de arena.- Claro que esas serán las ultimas palabras que salgan de tu podrida garganta cuando la misma Reina te haga pedazos...

Eso seria una posibilidad; Si, dejar que los viles siervos de la llamada "Sagrada Reina" le tomaran prisionero, lo golpearan, lo mancillaran en todo su honor y al final lo entregaran a los pies de una mujer que hasta donde se sabia no tenia el mas minimo destello de bondad, y ahi tuviera un final más que patético... Permitirse la derrota, y terminar con su sufrimiento. Y sufria demasiado, cada día que pasaba no sabia como mantenerse en pie y seguir caminando, muriendose lentamente por dentro, dejando un pedazo de su alma en cada sitio que visitaba... Muriendo lentamente...

-Vamos Strever, podemos hacer esto de la manera facil o a mi manera... Pero no quiero manchar mis manos ni mis prendas, asi que intentemoslo hacerlo facil. Ambos sabemos que la Resistencia caeran ante nuestro poderío, y el continente de Borshin será el paraíso que todos deseamos...

¿Un paraíso? No. La Reina no desea un paraíso, sino un altar tan grande como pudiera ser la isla (como los Dragones conocian a Borshin... y a Carshin para efectos utiles); Buscaba la destrucción de todos los seres vivos, una idea que a través de los siglos habia pasado por la mente de muchos dictadores y terribles lideres que habian actuado a lo largo de la historia; La Reina era otra de tantas personas que usaban sus poderes para el mal... Eso, si, eso era lo que lo mantenia en pie; Destruir al clan D`Sarla, y esa idea venia acompañada de otra igual de importante: la venganza en nombre de cada uno de los Dragones que habian muerto hasta ese momento a manos del Reino y sus esbirros alrededor de todo el continente... Con algo tan importante como eso ya no podria dejarse vencer. Strever estaba dispuesto a morir con el orgullo en alto, para alcanzar a sus hermanos.


-¿Sabes como es que le llaman los demonios a los cobardes y traidores? Singaló... Yo no deseó ser uno, menos si sé que cuando muera eso tendra más peso que la forma en que muera.

-No serás un singaló, o un cobarde o un martir... Serás un perro y lameras mis botas cuando terminemos esto.

La joven desenfundó su espada de rapier, plateada como la misma luna bajo la cual habria sido forjada por los maestros artesanos del clan de la Cruz Negra. Se posicionó para atacar, pero bajo aquella figura se mostraba una defensa impenetrable; Su espada pues a la altura de su cabeza y mirando hacia el pecho, y su mano derecha puesta a la altura de su cintura eran muestras de la maestria que aquella chica tenia en su tecnica personal. Su contrincante no dudo en desenfundar su propia arma, un gran sable al más puro estilo de los Lobos Errantes, blanco como la nieve y con el mismo filo que la furia de los dioses antiguos; pero él no tenia una defensa ni un ataque previstos como Josephine... Tan solo dejó su espada viendo al suelo, mientras desinteresadamente esperaba movimientos de parte de la mujer.

II.

"El olor de hierbas finas y de la cerveza de raíz en el aire era un aroma que solía endulzar mis momentos de tranquilidad... Al menos sigue haciendolo hoy e día, pero ya no es lo mismo... Vaya que si el tiempo cambia a las personas en formas por demas transigentes..."

Acercó la copa que rebosaba de espuma dorada, y oliendo detenidamente el contenido no puedo menos que evitar sentir alivio; La bebió, la disfrutó cuando el dulce y amargo liquido pasó a tarves de su garganta, lo alivió de muchas penas mientras su mente divagaba en el abosrto mundo de las imagenes antiguas...

"Cuando recuerdo estas tierras veo un espejo roto... Si, muchas peleas y demasiada sangre ha corrido a través de todo Sonestia desde el inicio del primer amanecer, y muchas de esas peleas han borrado y recreado el rostro de los tres continentes demasiadas veces... Pero esta era mi epoca, y la veía con amor y el eco de una esperanza naciente; Ahora tan solo es una más de esas gavillas de años donde la violencia toma parte como rey y el caos por consorte. En mi alma solo habita un malsano deseo de venganza en cnotra de un solo hombre, el resto del mundo puede irse al infierno, destruirse o hacer lo que quieran..."

* * * * *

-¡He aqui la espada despues de tanto tiempo de esfuerzos, hermano!- dijo Strever mientras Anatole sacaba el arma del monolito dorado-. finalmente hemos de regresar a nuestras tierras y descansar...

-Si... Finalmente te aceptaran como el líder del Clan...-

-¡¡Y tu serás el nuevo comandante o hasta el Maestro de Guerra!! Anatole... cambia esa cara, nuestros sacrificios ya terminaron, es tiempo de empezar a celebrar como se debe.

El joven Anatole... Tan solo no podia dejar de ver detras de sí, y pensar que estaban dejando el destino de todo su clan tan solo en una espada, legendaria sí, pero que no sabian realmente en que podria ayudar. Además... algo en esa espada lo ponia nervioso, y mientras mas tiempo la mantenia en sus manos crecia esa incertidumbre...

-Strever... ¿Realmente crees que la espada sea lo que salvara a los Dragones?

-Por supuesto... Mira, entregamela y te mostrare de lo que puede ser capaz.

* * * * *

"Parece que afuera los guardias estan buscando a algunos problematicos... Y no se oyen nada contentos, mucho menos apacibles. Seguramente se trata de algunos rebeldes o incluso Dragones..."

Dejó su bebida. Se levantó y comenzó a caminar directamente a la puerta sin decir ni hacer un solo ruido o palabra. El tabernero ya tenia planeado llamar a los guardias, pues aquel sujeto no habia pagado ni una sola de las bebidas que habia tomado, cuando repentinamente cinco monedas de oro puro cayeron exactamente en el vaso de cerveza... La silueta de "Axel" desaparecia frente al llameante sol rojizo del atardecer que se posaba justo enfrente de las puertas de la taberna, haciendo casi imposible que alguien pudiera seguir
con la miarada su destino.


Estando afuera, el silencio era tan solo una falacia más creada por la gente... Un caos vitalicio andante era el unico supervisor facto en la atmosfera. Tributarios que iban y venian caminando entre guerreros y magos escualidos, gente sin grandes musculos o fuerzas exhuberantes; Cuando menos eso parecia, pues todos ellos pertenecian al unico clan que sin tener una condición fisica ejemplar bien podian sembrar terror e incertidumbre en mucha gente... Toda esa gente compartia, aparte de aquel fisico deplorable, un tono blanco casi muerto en su piel, asi como de unos ojos penetrantes y deliciosamente plateados. Esta gente caminaba sin muchos animos, sin afanes, sin siquiera pensar realmente en nada... Pues los dias eran tan solo una monotonia sin una idiosincracia común a su manera de ser... Pero la noche, las cosas durante las noches eran diferentes pues el clan se juntaba en las diferentes "catedrales" oscuras que tenian; Dentro de aquellos lugares se cometian cientos de sacrificios donde se orfecian fetiches y animales, para llenar grandes cantaros hechos de piel y huesos "humanos"; Se cantaban canciones y lisonjas a deidades extrañas, a ancestros enigmaticos y vitoreaban algo que ellos nombraron el Anciano Vida... La finalidad de aquellos ritos no era más que para tributar su cultura y engrandecer una población que cada dia desaparecia: Espiritus, pesadillas y cadaveres. Seres de ultratumba que se levantaban cada noche para caminar con los vivos y, en algunas ocasiones, realizar relaciones que aumentaban cierto descontento de parte de los demas clanes hacia Rickshaw...

Axel notó, indiferentemente, que a cada instante la población común de miembros del clan Rickshaw dejando de lado a las pocas personas que pertenecian, sino al "Sagrado Reino", al menos a sus compinches que variaban entre los distintos clanes como humanos, Cruz Dorada y Negra, Zetigeneos y uno que otro Lobo Blanco o de Montaña que traicionara a su clan por una oportunidad de sobrevivir a aquella guerra que devastaba dia a dia a la isla... El guerrero no mostraba ningun interes por ellos, de hecho los desdeñaba como lo que eran: simple y vana basura racial. Su mente siempre estaba puesta en un solo objetivo, en un solo hombre y en una sola suposición: Venganza, Strever y la muerte...

Detras de aquella casa victoriana negra, dando la vuelta por la izquierda y cerca de donde daba la sombra Axel habia entrado... Sabia que habia escuchado el retumbar de varias botas y cascos en ese sitio. ¿Porque ir ahi, donde seguramente se encontraban los Dragones a los que estaban cazando los guardias de la ciudad y los soldados del reino? Posiblemente se trataba de simple y sencilla curiosidad...

¿Pero en verdad era curiosidad?

III.

¿Cual habia sido su error en todo ese embrollo? ¿Haber hablado acerca de la voluntad del Dios Ladon? ¿Comentar que los Dragones eran los unicos salvadores de Borshin? ¿O simplemente el hecho de que Demetry y Alexia no soportaron el insulto que se profesó en contra de Strever Maesltrom? quien sabe... Posiblemente haya sido todo. Posiblemente no haya sido nada.


Cuando los tres jovenes habian llegado hasta aquel rincon de la ciudad sabian que era hora de morir o ganar... No habia un lugar intermedio. Debian abrirse paso atraves de aquella legion de guerreros que, posiblemente, no aguardaban un reto realmente dificil... Pero que al caer la noche serian realmente la peor pesadilla. Si invocaban a sus aliados no-muertos o de ultratumba, esa pelea seria peor que un suicidio; Pelearian por incontables horas, solo consiguiendo depletar sus fuerzas para al final morir y convertirse en un reemplazo más de esa armada infernal.

-¡Atrevanze a dar un solo paso más, perros desgraciados!- Gritaba Demetry mientras alzaba sus manos en pose amenazadora y dejaba escapar unos cuantos esbozos de poder mágico de sus dedos-. Den un solo paso para que puedan morir a manos de Durkill, el Asesino de la Estrella Negra! ¡Tan solo yo puedo en contra de diez de ustedes o incluso más...!

Y antes de poder terminar aquella frase, de entre als paredes, del suelo e incluso del aire mismo se formaron portales mágicos de donde salian pesadillas que asemejaban (muy minimamente) a cuadrupedos animales, o mounstruos de varios brazos sin rostros o figuras definidas para tales casos... Seguramente eso empezaba a complicar las cosas para los tres guerreros, pero no esaban por darse por vencidos a esas alturas. No siendo Dragones, no siendo acorralados... No siendo vencidos por un clan traidor... Pero en este momento no ahondaremos en el porque de aquel mote. La vida de los guerreros estaba pendiendo de un hilo, y uno en verdad delgado que amenazaba cno romperse a tan solo un leve tirón del mismo. Ryan Death-Strike, Alexia Windstorm y Demetry Durkill... Tres guerreros en contra de 20 soldados (hechiceros y asesinos... era lo mismo en ese momento) y sumando las pesadillas, la pelea empezaba a despotricar en su contra...

-Posiblemente una retirada seria más conveniente...

-Si, claro... y tambien podriamos preguntar los nombres de todos y cada uno de estos soldados.

-Igual y sirve... Crees que se pueda apelar a la buena voluntad de estas personas?

-Tanto como puedes apelar a la razón y justicia del Imperio...

Siempre es extraño pensar como el destino actua en maneras extrañas... algunas veces demasiado oportuno, otras predecible... y aun mas, de maneras desdeñosas con las personas; Asi fue en ese instante cuando la noche trocaba las ultimas esperanzas otorgadas como luces del cielo, dando paso al peor de los incidentes que podian sucederse ahora... Los hechiceros que iban con aquel grupo de soldados lanzaron conjuros a todas partes, a cada rincón de sus derredores, en cada sitio donde pequeñas escapulas salian de los murallas y del suelo... Aquellos conjuros levantaron de la tierra, del loo, del metal y de la piedra los esqueletos de gente que tiempo atras vivió, murió o simplemente quedo atrapada en esa ciudad... Carcasas y simples cuerpos esqueleticos se pararon junto a aquellos soldados... Y en sus rostros solamente una risa macabra tan blanca como la luna misma.

* * * * *

Durante mas o menos unos sesenta años, ella habia estado buscando a los diferentes traidores de tres clanes en especifico: Lobos de Montaña, clan Sarla y especialmente entre los Dragones... Sus viajes la habian llevado a través de todo el continente, conociendo muchos de los lugares que inlcuso los mejores geografos desconocen. Rastreando... o cazando, que seria la palabra mejor usada, a decenas de magos y guerreros que a traves de sus acicones se les determinaba como "traidores" y merecian uno de dos posibles destinos: Morir o ser encarcelado...

Alexia Windstorm se esforzaba al maximo para tener bajo control sus emociones y sus poderes... Una Cazadora de Almas no podia darse el lujo de ser invadida por situaciones ajenas a su entorno, más alla de su trabajo, su misión y su persona... Pero en su persona solo habia un juramento, y ese era llevar a cabo el juicio de todos los traidores. No importaba ni el sexo, ni la edad, mucho menos el clan... Todos sus objetivos debian pasar por el mismo ritual, donde al final debian sufrir el destino al que ellos mismos habian de conducirse: la encarcelación de sus almas o la muerte de las mismas... de ahi el peso que recaia en las acciones que ella tomaba; El lector no podria entender la gravedad de cualquiera que fuese la elección de la Cazadora, pero en verdad era terrible para cualquier el condenar un alma, y más aun para un clan como los Dragones...

El alma de cualquier persona es invaluable, no solo como algo moral, sino como algo realmente vivo. Aunque cada raza perteneciera a una deidad diferente, y sus ideologias difirieran unas de otras, habia un solo hecho que no cambiada en absoluto y era la reencarnación... Cada alma ya habia estado antes en esats tierras, y aunque no todas guardaban una pizca de sabiduria de vidas anteriores, al menos mantenian en movimiento "La Rueda de la Vida"; Un Cazador de Almas detenia ese movimiento, capturando las almas para no dejarlas entrar a nuevos cuerpos, sin permitirles el acceso a una nueva vida u oportuniad, o en el peor de los casos, destruyendo esa alma, haciendo que el ciclo de la vida se detuviera eternamente... Destruir un alma era el ultimo de los castigos posibles a los que se sometia a cualquier persona y tambien un castigo terrible para los Dragones; Tanto respeto, no por la vida mortal, sino por la eternidad de esta es lo que les causaba pena en su interior... Algunos de los Dragones pertenecientes a la orden de los Cazadores terminaban portando una mascara, para cubrir la pena y la vergüenza que les significaba su trabajo, y mostrar su cara ya era bastante doloroso. Y la joven sabia que pronto deberia de empezar a usar una de esas mascaras...

Pero bajo las circunstancias en que se encontraba en ese momento, posiblemente usar una mascara ya no tenia el mismo impacto... ¿Morir bajo las garras de algun nigromante o de algun asesino imperial? Eso reducia las posibilidades de convertirse en una estrella más en el cielo, o de plano ser una piedra de Crysma.. Sus restos serian usados para aumentar el ejercito de no-muertos, o de plano para forjar algun arma diabolica que se usaria en contra de otros Dragones o gente en el camino de dominación que el Sagrado Reino tenia planeado. Debia defenderse, pero usar sus poderes de manera agresiva, solo para salir de un embrollo no mantenia exactamente los estatutos de su Orden... Se le permitia usar sus poderes solamente para cazar, jamás para otra cosa... Pero esta era una ocasión edmasiado especia ¿Se atreveria a faltar el respeto a las leyes de su sagrada Orden o permitiria que estas mismas leyes acecharan su vida?

Cavilando en aquellos pensamientos, una figura nueva se acercaba al grupo de soldados y magos... Alexia no podia enocntrar semejanza con aquella persona, no le conocia y no podia adivinar a que clan pertenecia, y por ende sus intenciones, pero algo en su interior la llenaba de una amargura, y de un sentimiento de temor bastante terribles...

IV.

La Reina seguramente debe de estar bastante ocupada lidiando con los rebeldes y con los nuevos territorios que buscará apoderarse... Sin embargo buscar enfrentarme a ella directamente no es lo más logico que tengo en mente, no si los Devas se encuentran en Silmar... Aunque uno solo estuviera, yo no tendria oportunidad de ganar la batalla, y quien se queda con ella más tiempo es Sir Sopher...

Mi mejor movimiento será viajar al Este y esconderme hasta que sea el momento justo de emprender mi venganza. Desafortunadamente no tengo tiempo para desperdiciar, y en cuanto yo cruce las fronteras con el territorio de la Cruz Dorada mi piel valdra igual o mas que la de otro Dragón; De por si mi vida ya corre peligro entre los cazarecompensas que solamente estan al acecho de traidores y rebeldes, mas tarde será casi imposible que pueda siquiera comentar mi nombre al aire.

Ahora que lo pienso, hubiera sido mas inteligente huir con ese Dragón de Sian´Ka... No solamente era fuerte y valiente, debo admitir que era guapo y bastante amable, aun cuando sabia quien era yo realmente. ¿Sería acaso que él sintió piedad ed mi y me dejo huir? ¿O fue en realidad una treta aun más cruel, para que yo viviera con este temor eterno de no saber ni cuando ni como he de morir? No... sus ojos, aunque llenos de desolación y de furia no albergaban esa crueldad caracteristica de mi gente o de alguien que quisiera hacer algun mal innecesario; Pero en cambio, algo en su persona reflejaba un extraño parecido con aquello que la Reina teme... ¿Acaso aquel guerrero sería uno de los pocos Avatares que aun quedan en este mundo? ¿Sería una Linea de Sangre apocaliptica? ¿O simplemente el dueño de algun artefacto, hechizo o tecnica antigua y prohibida? Imposible de definir a ciencia cierta...

Mi mente debe de regresar a la realidad... La noche todavia es mi abrigo, si, pero el sol ya desea continuar con su eterna lucha a través del día, y mi deber es llegar a la ciudad de Griez antes de que ello pase...

V.

Su cuchilla estaba envuelta en sangre finalmente... no mas rasguños o raspones a la armadura de su contrincante. Dirigida hacia el suelo, su arma dejaba caer rapidas lagrimas rojas que sopesaban en aquel desierto, haciendo de la arena una viciosa mezcla que poco a poco coagulaba y empezaba a apestar.

La habia matado despues de un pequeño encuentro. En realidad él no tuvo otra opción, pues la chica lo quizó asi desde un inicio. No habia remordimientos, no habia mas sufrimiento... Finalmente Josephine yacía en el lugr que merecia estar, y Strever solamente facilitó que esto pasara.

Se dejó caer junto al cuerpo inerte de la mujer; Sus brazos tambien tenian unas cuantas heridas causadas por la espada de aquella podredumbre humana, pero lo que realmente causaba cansancio y dolor era su cuerpo, fatigado por luchar cuando aun no se recuperaba mentalmente de su "extasis" ocurrido en Arpegius... Su tormento era saber que lo motivaria a matar a cinco soldados de la manera en que él lo hizo; Tanta violencia y tanto sadismo concentrados en su persona dejaban de ser normales ya... Al menos el luchar en contra de esta rastreadora lo hizo darse cuenta que no tenia instintos asesinos como empezaba a creer... Al menos no instintos a los cuales temerle.

Decidió dormir en ese lugar, en ese instante y acompañado de aquel cadaver... ¿Que importaba? Solo era un cadaver.

* * * * *

-Vaya... aquella perra estupida se ha dejado derrotar.

-Ambos sabiamos que asi sucedería. La sorpresa realmente no es tal, de hecho era algo que ya teniamos contemplado.

-Si... Y como ya sabiamos que sucederia, es hora de tomar las riendas en nuestras manos. No podemos permitir que Strever huya nuevamente. No ahora que nosotros estamos aqui.

* * * * *

Otra vez habia caido dormido... Pero lo necesitaba. Sentia que habia descansado lo suficiente.

Habia algo en el aire bastante raro, y su nariz rapidamente lo habia notado; Un olor que se escurria por todo el desierto, y no necesariamente muy lejano a él. Cuando sus ojos finalmente se habian acostumbrado a la luz del atardecer, claramente vió algo que lo dejaba horrorizado...

Donde antes yacía el cuerpo de Seral ahora solo se encontraba una carcasa con algunos huesos roidos, y alrededor de Strever se encontraban los restos de lo que parecia alguna vez fueron hombres de la Cruz Dorada. Una gran lucha se habia sucedido alrededor, y al parecer no habia sido hacia poco tiempo... El olor de la putrefacción era de algunos dias en realidad.

¿Que habia pasado? Strever fijó nuevamente su mirada en sus manos...