-Josephine Seral... No podía esperar menos de la Reina Sara, pues enviarme a una de sus mejores rastreadoras ha sido un movimiento bastante acertado ¿O acaso me equivoco?
-No tienes derecho a decir en alto el nombre de nuestra Reina...- Comentaba la joven guerrera mientras salia de la tormenta de arena.- Claro que esas serán las ultimas palabras que salgan de tu podrida garganta cuando la misma Reina te haga pedazos...
-Vamos Strever, podemos hacer esto de la manera facil o a mi manera... Pero no quiero manchar mis manos ni mis prendas, asi que intentemoslo hacerlo facil. Ambos sabemos que la Resistencia caeran ante nuestro poderío, y el continente de Borshin será el paraíso que todos deseamos...
¿Un paraíso? No. La Reina no desea un paraíso, sino un altar tan grande como pudiera ser la isla (como los Dragones conocian a Borshin... y a Carshin para efectos utiles); Buscaba la destrucción de todos los seres vivos, una idea que a través de los siglos habia pasado por la mente de muchos dictadores y terribles lideres que habian actuado a lo largo de la historia; La Reina era otra de tantas personas que usaban sus poderes para el mal... Eso, si, eso era lo que lo mantenia en pie; Destruir al clan D`Sarla, y esa idea venia acompañada de otra igual de importante: la venganza en nombre de cada uno de los Dragones que habian muerto hasta ese momento a manos del Reino y sus esbirros alrededor de todo el continente... Con algo tan importante como eso ya no podria dejarse vencer. Strever estaba dispuesto a morir con el orgullo en alto, para alcanzar a sus hermanos.
-¿Sabes como es que le llaman los demonios a los cobardes y traidores? Singaló... Yo no deseó ser uno, menos si sé que cuando muera eso tendra más peso que la forma en que muera.
-No serás un singaló, o un cobarde o un martir... Serás un perro y lameras mis botas cuando terminemos esto.
La joven desenfundó su espada de rapier, plateada como la misma luna bajo la cual habria sido forjada por los maestros artesanos del clan de la Cruz Negra. Se posicionó para atacar, pero bajo aquella figura se mostraba una defensa impenetrable; Su espada pues a la altura de su cabeza y mirando hacia el pecho, y su mano derecha puesta a la altura de su cintura eran muestras de la maestria que aquella chica tenia en su tecnica personal. Su contrincante no dudo en desenfundar su propia arma, un gran sable al más puro estilo de los Lobos Errantes, blanco como la nieve y con el mismo filo que la furia de los dioses antiguos; pero él no tenia una defensa ni un ataque previstos como Josephine... Tan solo dejó su espada viendo al suelo, mientras desinteresadamente esperaba movimientos de parte de la mujer.
II.
"El olor de hierbas finas y de la cerveza de raíz en el aire era un aroma que solía endulzar mis momentos de tranquilidad... Al menos sigue haciendolo hoy e día, pero ya no es lo mismo... Vaya que si el tiempo cambia a las personas en formas por demas transigentes..."
Acercó la copa que rebosaba de espuma dorada, y oliendo detenidamente el contenido no puedo menos que evitar sentir alivio; La bebió, la disfrutó cuando el dulce y amargo liquido pasó a tarves de su garganta, lo alivió de muchas penas mientras su mente divagaba en el abosrto mundo de las imagenes antiguas...
"Cuando recuerdo estas tierras veo un espejo roto... Si, muchas peleas y demasiada sangre ha corrido a través de todo Sonestia desde el inicio del primer amanecer, y muchas de esas peleas han borrado y recreado el rostro de los tres continentes demasiadas veces... Pero esta era mi epoca, y la veía con amor y el eco de una esperanza naciente; Ahora tan solo es una más de esas gavillas de años donde la violencia toma parte como rey y el caos por consorte. En mi alma solo habita un malsano deseo de venganza en cnotra de un solo hombre, el resto del mundo puede irse al infierno, destruirse o hacer lo que quieran..."
* * * * *
-¡He aqui la espada despues de tanto tiempo de esfuerzos, hermano!- dijo Strever mientras Anatole sacaba el arma del monolito dorado-. finalmente hemos de regresar a nuestras tierras y descansar...
-Si... Finalmente te aceptaran como el líder del Clan...-
-¡¡Y tu serás el nuevo comandante o hasta el Maestro de Guerra!! Anatole... cambia esa cara, nuestros sacrificios ya terminaron, es tiempo de empezar a celebrar como se debe.
El joven Anatole... Tan solo no podia dejar de ver detras de sí, y pensar que estaban dejando el destino de todo su clan tan solo en una espada, legendaria sí, pero que no sabian realmente en que podria ayudar. Además... algo en esa espada lo ponia nervioso, y mientras mas tiempo la mantenia en sus manos crecia esa incertidumbre...
-Strever... ¿Realmente crees que la espada sea lo que salvara a los Dragones?
-Por supuesto... Mira, entregamela y te mostrare de lo que puede ser capaz.
* * * * *
"Parece que afuera los guardias estan buscando a algunos problematicos... Y no se oyen nada contentos, mucho menos apacibles. Seguramente se trata de algunos rebeldes o incluso Dragones..."
Dejó su bebida. Se levantó y comenzó a caminar directamente a la puerta sin decir ni hacer un solo ruido o palabra. El tabernero ya tenia planeado llamar a los guardias, pues aquel sujeto no habia pagado ni una sola de las bebidas que habia tomado, cuando repentinamente cinco monedas de oro puro cayeron exactamente en el vaso de cerveza... La silueta de "Axel" desaparecia frente al llameante sol rojizo del atardecer que se posaba justo enfrente de las puertas de la taberna, haciendo casi imposible que alguien pudiera seguir
con la miarada su destino.
Estando afuera, el silencio era tan solo una falacia más creada por la gente... Un caos vitalicio andante era el unico supervisor facto en la atmosfera. Tributarios que iban y venian caminando entre guerreros y magos escualidos, gente sin grandes musculos o fuerzas exhuberantes; Cuando menos eso parecia, pues todos ellos pertenecian al unico clan que sin tener una condición fisica ejemplar bien podian sembrar terror e incertidumbre en mucha gente... Toda esa gente compartia, aparte de aquel fisico deplorable, un tono blanco casi muerto en su piel, asi como de unos ojos penetrantes y deliciosamente plateados. Esta gente caminaba sin muchos animos, sin afanes, sin siquiera pensar realmente en nada... Pues los dias eran tan solo una monotonia sin una idiosincracia común a su manera de ser... Pero la noche, las cosas durante las noches eran diferentes pues el clan se juntaba en las diferentes "catedrales" oscuras que tenian; Dentro de aquellos lugares se cometian cientos de sacrificios donde se orfecian fetiches y animales, para llenar grandes cantaros hechos de piel y huesos "humanos"; Se cantaban canciones y lisonjas a deidades extrañas, a ancestros enigmaticos y vitoreaban algo que ellos nombraron el Anciano Vida... La finalidad de aquellos ritos no era más que para tributar su cultura y engrandecer una población que cada dia desaparecia: Espiritus, pesadillas y cadaveres. Seres de ultratumba que se levantaban cada noche para caminar con los vivos y, en algunas ocasiones, realizar relaciones que aumentaban cierto descontento de parte de los demas clanes hacia Rickshaw...
Axel notó, indiferentemente, que a cada instante la población común de miembros del clan Rickshaw dejando de lado a las pocas personas que pertenecian, sino al "Sagrado Reino", al menos a sus compinches que variaban entre los distintos clanes como humanos, Cruz Dorada y Negra, Zetigeneos y uno que otro Lobo Blanco o de Montaña que traicionara a su clan por una oportunidad de sobrevivir a aquella guerra que devastaba dia a dia a la isla... El guerrero no mostraba ningun interes por ellos, de hecho los desdeñaba como lo que eran: simple y vana basura racial. Su mente siempre estaba puesta en un solo objetivo, en un solo hombre y en una sola suposición: Venganza, Strever y la muerte...
Detras de aquella casa victoriana negra, dando la vuelta por la izquierda y cerca de donde daba la sombra Axel habia entrado... Sabia que habia escuchado el retumbar de varias botas y cascos en ese sitio. ¿Porque ir ahi, donde seguramente se encontraban los Dragones a los que estaban cazando los guardias de la ciudad y los soldados del reino? Posiblemente se trataba de simple y sencilla curiosidad...
¿Pero en verdad era curiosidad?
III.
¿Cual habia sido su error en todo ese embrollo? ¿Haber hablado acerca de la voluntad del Dios Ladon? ¿Comentar que los Dragones eran los unicos salvadores de Borshin? ¿O simplemente el hecho de que Demetry y Alexia no soportaron el insulto que se profesó en contra de Strever Maesltrom? quien sabe... Posiblemente haya sido todo. Posiblemente no haya sido nada.
Cuando los tres jovenes habian llegado hasta aquel rincon de la ciudad sabian que era hora de morir o ganar... No habia un lugar intermedio. Debian abrirse paso atraves de aquella legion de guerreros que, posiblemente, no aguardaban un reto realmente dificil... Pero que al caer la noche serian realmente la peor pesadilla. Si invocaban a sus aliados no-muertos o de ultratumba, esa pelea seria peor que un suicidio; Pelearian por incontables horas, solo consiguiendo depletar sus fuerzas para al final morir y convertirse en un reemplazo más de esa armada infernal.
-¡Atrevanze a dar un solo paso más, perros desgraciados!- Gritaba Demetry mientras alzaba sus manos en pose amenazadora y dejaba escapar unos cuantos esbozos de poder mágico de sus dedos-. Den un solo paso para que puedan morir a manos de Durkill, el Asesino de la Estrella Negra! ¡Tan solo yo puedo en contra de diez de ustedes o incluso más...!
Y antes de poder terminar aquella frase, de entre als paredes, del suelo e incluso del aire mismo se formaron portales mágicos de donde salian pesadillas que asemejaban (muy minimamente) a cuadrupedos animales, o mounstruos de varios brazos sin rostros o figuras definidas para tales casos... Seguramente eso empezaba a complicar las cosas para los tres guerreros, pero no esaban por darse por vencidos a esas alturas. No siendo Dragones, no siendo acorralados... No siendo vencidos por un clan traidor... Pero en este momento no ahondaremos en el porque de aquel mote. La vida de los guerreros estaba pendiendo de un hilo, y uno en verdad delgado que amenazaba cno romperse a tan solo un leve tirón del mismo. Ryan Death-Strike, Alexia Windstorm y Demetry Durkill... Tres guerreros en contra de 20 soldados (hechiceros y asesinos... era lo mismo en ese momento) y sumando las pesadillas, la pelea empezaba a despotricar en su contra...
-Posiblemente una retirada seria más conveniente...
-Si, claro... y tambien podriamos preguntar los nombres de todos y cada uno de estos soldados.
-Igual y sirve... Crees que se pueda apelar a la buena voluntad de estas personas?
-Tanto como puedes apelar a la razón y justicia del Imperio...
Siempre es extraño pensar como el destino actua en maneras extrañas... algunas veces demasiado oportuno, otras predecible... y aun mas, de maneras desdeñosas con las personas; Asi fue en ese instante cuando la noche trocaba las ultimas esperanzas otorgadas como luces del cielo, dando paso al peor de los incidentes que podian sucederse ahora... Los hechiceros que iban con aquel grupo de soldados lanzaron conjuros a todas partes, a cada rincón de sus derredores, en cada sitio donde pequeñas escapulas salian de los murallas y del suelo... Aquellos conjuros levantaron de la tierra, del loo, del metal y de la piedra los esqueletos de gente que tiempo atras vivió, murió o simplemente quedo atrapada en esa ciudad... Carcasas y simples cuerpos esqueleticos se pararon junto a aquellos soldados... Y en sus rostros solamente una risa macabra tan blanca como la luna misma.
* * * * *
Durante mas o menos unos sesenta años, ella habia estado buscando a los diferentes traidores de tres clanes en especifico: Lobos de Montaña, clan Sarla y especialmente entre los Dragones... Sus viajes la habian llevado a través de todo el continente, conociendo muchos de los lugares que inlcuso los mejores geografos desconocen. Rastreando... o cazando, que seria la palabra mejor usada, a decenas de magos y guerreros que a traves de sus acicones se les determinaba como "traidores" y merecian uno de dos posibles destinos: Morir o ser encarcelado...
Alexia Windstorm se esforzaba al maximo para tener bajo control sus emociones y sus poderes... Una Cazadora de Almas no podia darse el lujo de ser invadida por situaciones ajenas a su entorno, más alla de su trabajo, su misión y su persona... Pero en su persona solo habia un juramento, y ese era llevar a cabo el juicio de todos los traidores. No importaba ni el sexo, ni la edad, mucho menos el clan... Todos sus objetivos debian pasar por el mismo ritual, donde al final debian sufrir el destino al que ellos mismos habian de conducirse: la encarcelación de sus almas o la muerte de las mismas... de ahi el peso que recaia en las acciones que ella tomaba; El lector no podria entender la gravedad de cualquiera que fuese la elección de la Cazadora, pero en verdad era terrible para cualquier el condenar un alma, y más aun para un clan como los Dragones...
El alma de cualquier persona es invaluable, no solo como algo moral, sino como algo realmente vivo. Aunque cada raza perteneciera a una deidad diferente, y sus ideologias difirieran unas de otras, habia un solo hecho que no cambiada en absoluto y era la reencarnación... Cada alma ya habia estado antes en esats tierras, y aunque no todas guardaban una pizca de sabiduria de vidas anteriores, al menos mantenian en movimiento "La Rueda de la Vida"; Un Cazador de Almas detenia ese movimiento, capturando las almas para no dejarlas entrar a nuevos cuerpos, sin permitirles el acceso a una nueva vida u oportuniad, o en el peor de los casos, destruyendo esa alma, haciendo que el ciclo de la vida se detuviera eternamente... Destruir un alma era el ultimo de los castigos posibles a los que se sometia a cualquier persona y tambien un castigo terrible para los Dragones; Tanto respeto, no por la vida mortal, sino por la eternidad de esta es lo que les causaba pena en su interior... Algunos de los Dragones pertenecientes a la orden de los Cazadores terminaban portando una mascara, para cubrir la pena y la vergüenza que les significaba su trabajo, y mostrar su cara ya era bastante doloroso. Y la joven sabia que pronto deberia de empezar a usar una de esas mascaras...
Pero bajo las circunstancias en que se encontraba en ese momento, posiblemente usar una mascara ya no tenia el mismo impacto... ¿Morir bajo las garras de algun nigromante o de algun asesino imperial? Eso reducia las posibilidades de convertirse en una estrella más en el cielo, o de plano ser una piedra de Crysma.. Sus restos serian usados para aumentar el ejercito de no-muertos, o de plano para forjar algun arma diabolica que se usaria en contra de otros Dragones o gente en el camino de dominación que el Sagrado Reino tenia planeado. Debia defenderse, pero usar sus poderes de manera agresiva, solo para salir de un embrollo no mantenia exactamente los estatutos de su Orden... Se le permitia usar sus poderes solamente para cazar, jamás para otra cosa... Pero esta era una ocasión edmasiado especia ¿Se atreveria a faltar el respeto a las leyes de su sagrada Orden o permitiria que estas mismas leyes acecharan su vida?
Cavilando en aquellos pensamientos, una figura nueva se acercaba al grupo de soldados y magos... Alexia no podia enocntrar semejanza con aquella persona, no le conocia y no podia adivinar a que clan pertenecia, y por ende sus intenciones, pero algo en su interior la llenaba de una amargura, y de un sentimiento de temor bastante terribles...
IV.
La Reina seguramente debe de estar bastante ocupada lidiando con los rebeldes y con los nuevos territorios que buscará apoderarse... Sin embargo buscar enfrentarme a ella directamente no es lo más logico que tengo en mente, no si los Devas se encuentran en Silmar... Aunque uno solo estuviera, yo no tendria oportunidad de ganar la batalla, y quien se queda con ella más tiempo es Sir Sopher...
Mi mejor movimiento será viajar al Este y esconderme hasta que sea el momento justo de emprender mi venganza. Desafortunadamente no tengo tiempo para desperdiciar, y en cuanto yo cruce las fronteras con el territorio de la Cruz Dorada mi piel valdra igual o mas que la de otro Dragón; De por si mi vida ya corre peligro entre los cazarecompensas que solamente estan al acecho de traidores y rebeldes, mas tarde será casi imposible que pueda siquiera comentar mi nombre al aire.
Ahora que lo pienso, hubiera sido mas inteligente huir con ese Dragón de Sian´Ka... No solamente era fuerte y valiente, debo admitir que era guapo y bastante amable, aun cuando sabia quien era yo realmente. ¿Sería acaso que él sintió piedad ed mi y me dejo huir? ¿O fue en realidad una treta aun más cruel, para que yo viviera con este temor eterno de no saber ni cuando ni como he de morir? No... sus ojos, aunque llenos de desolación y de furia no albergaban esa crueldad caracteristica de mi gente o de alguien que quisiera hacer algun mal innecesario; Pero en cambio, algo en su persona reflejaba un extraño parecido con aquello que la Reina teme... ¿Acaso aquel guerrero sería uno de los pocos Avatares que aun quedan en este mundo? ¿Sería una Linea de Sangre apocaliptica? ¿O simplemente el dueño de algun artefacto, hechizo o tecnica antigua y prohibida? Imposible de definir a ciencia cierta...
Mi mente debe de regresar a la realidad... La noche todavia es mi abrigo, si, pero el sol ya desea continuar con su eterna lucha a través del día, y mi deber es llegar a la ciudad de Griez antes de que ello pase...
V.
Su cuchilla estaba envuelta en sangre finalmente... no mas rasguños o raspones a la armadura de su contrincante. Dirigida hacia el suelo, su arma dejaba caer rapidas lagrimas rojas que sopesaban en aquel desierto, haciendo de la arena una viciosa mezcla que poco a poco coagulaba y empezaba a apestar.
La habia matado despues de un pequeño encuentro. En realidad él no tuvo otra opción, pues la chica lo quizó asi desde un inicio. No habia remordimientos, no habia mas sufrimiento... Finalmente Josephine yacía en el lugr que merecia estar, y Strever solamente facilitó que esto pasara.
Se dejó caer junto al cuerpo inerte de la mujer; Sus brazos tambien tenian unas cuantas heridas causadas por la espada de aquella podredumbre humana, pero lo que realmente causaba cansancio y dolor era su cuerpo, fatigado por luchar cuando aun no se recuperaba mentalmente de su "extasis" ocurrido en Arpegius... Su tormento era saber que lo motivaria a matar a cinco soldados de la manera en que él lo hizo; Tanta violencia y tanto sadismo concentrados en su persona dejaban de ser normales ya... Al menos el luchar en contra de esta rastreadora lo hizo darse cuenta que no tenia instintos asesinos como empezaba a creer... Al menos no instintos a los cuales temerle.
Decidió dormir en ese lugar, en ese instante y acompañado de aquel cadaver... ¿Que importaba? Solo era un cadaver.
* * * * *
-Vaya... aquella perra estupida se ha dejado derrotar.
-Ambos sabiamos que asi sucedería. La sorpresa realmente no es tal, de hecho era algo que ya teniamos contemplado.
-Si... Y como ya sabiamos que sucederia, es hora de tomar las riendas en nuestras manos. No podemos permitir que Strever huya nuevamente. No ahora que nosotros estamos aqui.
* * * * *
Otra vez habia caido dormido... Pero lo necesitaba. Sentia que habia descansado lo suficiente.
Habia algo en el aire bastante raro, y su nariz rapidamente lo habia notado; Un olor que se escurria por todo el desierto, y no necesariamente muy lejano a él. Cuando sus ojos finalmente se habian acostumbrado a la luz del atardecer, claramente vió algo que lo dejaba horrorizado...
Donde antes yacía el cuerpo de Seral ahora solo se encontraba una carcasa con algunos huesos roidos, y alrededor de Strever se encontraban los restos de lo que parecia alguna vez fueron hombres de la Cruz Dorada. Una gran lucha se habia sucedido alrededor, y al parecer no habia sido hacia poco tiempo... El olor de la putrefacción era de algunos dias en realidad.
¿Que habia pasado? Strever fijó nuevamente su mirada en sus manos...
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